Los abejorros, culpables del aumento de alérgicos
Volver a NoticiasFuente: SALUD REVISTA.ES | Granada
La preocupación de los alergólogos radica en la gravedad que pueden alcanzar los posibles síntomas tras su picadura
La utilización de abejorros o Bombus en los invernaderos para la polinización de hortalizas , debido a que trabajan más rápido y a que pueden acarrear cargas más pesadas que otros polinizadores, ha provocado en los últimos años un aumento en el número de pacientes alérgicos a las picaduras de estos insectos himenópteros. «Los trabajadores de los invernaderos son muy susceptibles de hacerse alérgicos a las picaduras de estos insectos: al estar más expuestos el número de picaduras aumenta y en consecuencia también han aumentado las reacciones alérgica», explica la doctora Sergia Cruz, alergóloga del Hospital Torrecárdenas en Almería. Pero la preocupación de los alergólogos no radica en la prevalencia de este tipo de alergia, sino en la gravedad que pueden alcanzar los posibles síntomas. «Las reacciones alérgicas que pueden producir al picar son similares a las causadas por otros himenópteros comunes. Pueden provocar desde reacciones locales extensas que cursan con enrojecimiento, picor e hinchazón intenso en la zona afectada, hasta reacciones generalizadas que pueden llegar a ser realmente graves», alerta la alergóloga. Diagnóstico y tratamiento Por ello, los especialistas recomiendan no minimizar los síntomas que se puedan sentir con una primera picadura y acudir siempre al alergólogo. El objetivo es realizar un diagnóstico para establecer un tratamiento mediante inmunoterapia (vacunación) y dotar al paciente de un tratamiento de emergencia, como inyecciones de adrenalina, por si vuelve a ser picado por uno de estos insectos. Otras picaduras Existen insectos no himenópteros (ni abejorros, avispas, hormigas u abejas, por ejemplo) cuyas picaduras también pueden producir reacciones generalizadas por la picadura de estos son poco frecuentes, siendo los insectos implicados mosquitos, chinches, pulgas, moscas y la oruga procesionaria. En casos menos habituales, se han observado reacciones graves por cucaracha y tetraníquidos (ácaros y arañas rojas). Por la importancia de sus picaduras, y a pesar de pertenecer al orden Hymenoptera, las hormigas rojas se incluyen en este apartado. «Cuando hablamos de los riesgos de las picaduras pensamos solo en trabajos al aire libre, pero olvidamos que con la globalización recibimos a través del transporte múltiples mercancías de países lejanos que llegan a nuestros almacenes», afirma el doctor Darío Antolín, miembro del Comité Científico del Simposio Internacional de Alergia a Himenópteros y alergólogo del Hospital Universitario Príncipe de Asturias en Madrid. Test de repicadura La mayoría de los apicultores reciben picaduras de himenópteros a diario y no presentan diagnóstico de alergia a su veneno. Algunos estudios realizados en esta población sugieren que al estar sometidos al estímulo desarrollan cierta inmunidad. «La exposición mantenida y persistente al estímulo alergénico podría inducir un estatus de tolerancia inmunológica que afectaría a la respuesta inmunológica general de estas personas, explica el doctor Francisco Carballada, del Hospital Lucus Augusti, en Lugo. Esta es la base del test de repicadura que se practica a los pacientes que reciben tratamiento con inmunoterapia en los hospitales o que están en seguimiento. El test consiste en que la abeja pique al paciente, mediante una exposición controlada, para corroborar la efectividad de la vacuna. En la mayoría de los casos se confirma la inmunotolerancia, lo que mejora la adhesión al tratamiento por parte de los propios afectados. «En realidad, las vacunas para himenópteros están fabricadas con veneno puro de distintos tipos de avispas y abejas. Lo que se busca es que sea el propio sistema inmunológico del paciente el que se haga tolerante al veneno», concluye Carballada.