Fuente: JESSICA M. PASKO / AP (ALBANY, Nueva York) para elNuevoHerald.com.
Cuando Cindy Barclay pregunta a los visitantes que se acercan a su establecimiento en el mercado campesino local si quieren probar la miel de abejas del downtown de Albany, éstos con frecuencia se asombran.
”Creen que estoy bromeando o les resulta difícil creer que es de aquí mismo”, dice Barclay, que mantiene apiarios en su patio, a sólo unas cuadras del capitolio del estado de Nueva York.
Rodeada por edificios de apartamentos, Barclay usa un ahumador para calmar a las abejas y comienza a abrir uno de los panales de su patio. Los pájaros cantan y el tráfico ruge en el fondo mientras las abejas comienzan a zumbar.
Las abejas de Barclay colectan el polen del cercano Parque Washington Park y de los árboles y los canteros de flores de las calles de la ciudad. Barclay, su esposo y el hijo de ambos de 18 meses, tienen otros dos apiarios en los suburbios. Han estado ocupándose de esto por los últimos siete años.
Como Barclay, los habitantes de las ciudades en el país están percatándose con rapidez del atractivo de la apicultura urbana. Las grandes ciudades cumo Chicago, Seattle, Boston, Dallas y San Francisco están incluso promoviendo la apicultura para la salud de la polinización, para mantener la vegetación de la ciudad verde y exuberante.
En la ciudad de Nueva York hay un creciente número de apicultores que atienden las abejas en jardines comunitarios y sobre los techos de edificios, aún cuando es técnicamente ilegal mantener las abejas ahí. Los legisladores planean reexaminar la ley de la ciudad que clasifica los panales como nidos de ”animales salvajes y feroces” junto con a leones, mangostas y cocodrilos.
El hobby se ha vuelto más importante en medio de la creciente preocupación por la muerte masiva de abejas atribuida a una misteriosa enfermedad que hace que las abejas adultas abandonen sus panales, y que es conocida como la enfermedad del colapso de la colonia (CCD por su sigla en inglés). Los científicos están batallando para entender lo que se oculta detrás del problema.
”No hay nada tan bueno y fácil de manejar como los panales de abejas en términos de la polinización de un número grande de cosechas”, señala Kim Kaplan, vocera del servicio de investigaciones del Departamento Agricultura de EEUU. “Tenemos menos abejas que nunca antes y las que hay están sometidas al mayor estrés que hayan soportado nunca, no sólo por la enfermedad del colapso de la colonia, sino también por otras enfermedades, por parásitos y por una creciente demanda”.
Peter Sinton, presidente de la Asociación de Apicultores de San Francisco, dijo que la membresía de su organización se incrementó grandemente, y cree que ello se debe en buena medida a la preocupación de la gente con la CCD. La afición por la apicultura no ayudará a una polinización comercial intensa, pero ayudará a los jardines en los patios, dijo Kaplan.
Fuente: agricultura.org
LA UNIÓ propone un estudio para analizar los efectos del cambio climático sobre la abeja. El Ministerio se compromete a estudiar el proyecto y a buscar líneas de financiación.
En la reunión celebrada con responsables del Área de estrategia de adaptación de la Oficina Española de Cambio Climático, LA UNIÓ ha ofrecido todo su apoyo, experiencia en apicultura y colaboración para poner en marcha este proyecto.
LA UNIÓ ha presentado un informe completo donde destaca la importancia de la abeja de la miel como bioindicador y que la apicultura contribuye a frenar algunos efectos del cambio climático. Además, LA UNIÓ propone la creación y posterior seguimiento de una red apícola de alerta para analizar cada incidencia apícola y descubrir si pudiera estar enmascarando un proceso de desaparición de alguna especie sensible (animal o vegetal).
Según el secretario general de LA UNIÓ, Josep Botella, “la crisis apícola se agrava día a día y hay que buscar soluciones. La apicultura está en la cuerda floja, al límite de la rentabilidad, asfixiada por problemas sanitarios e inmersa en una grave crisis de producción y de precios”. El síndrome de despoblamiento sigue afectando a millones de colmenas en todo el mundo y eleva la tasa de mortalidad hasta en un 50% y debilitando las colonias hasta alejarlas de su estado productivo óptimo. Para Botella, “los problemas de la apicultura nos alertan que no somos tan sapiens como pensamos y que nos estamos equivocando al ir en contra de las leyes de la naturaleza”.
LA UNIÓ señala que la pérdida de sincronización entre el ciclo biológico de los vegetales y el de los polinizadores alerta que estamos en plena crisis de polinización. En el caso de la apicultura, la crisis se traduce en una pérdida de producción y en un incremento de los problemas sanitarios y de la tasa de mortalidad de las colmenas. Como consecuencia hay un déficit de polinización (fructificación y producción de semillas) que, en determinados casos, puede desembocar en la desaparición de especies vegetales y animales.
Según Josep Botella “la apicultura y la red de alertas pueden constituir un sistema de alarma para detectar los hábitats y escenarios locales donde se estén produciendo procesos de agresión sobre especies sensibles asociados al cambio climático; en definitiva, es una medida activa para frenar los efectos del cambio climático”. En los últimos años se ha acentuado todavía más la importancia agroambiental de la apicultura debido a la decadencia generalizada de los insectos polinizadores y algunos estudios revelan una disminución alarmante, tanto de especies como de individuos, en las poblaciones naturales de polinizadores. Para el secretario general, “esta disminución realza la importancia de la abeja de miel que ha pasado a asumir la polinización que antes realizaban otros insectos y se ha convertido, en la mayoría de los casos, en el polinizador mayoritario.
Por su parte, el Ministerio ha valorado muy positivamente la propuesta y se ha comprometido a estudiarla en profundidad y en posteriores reuniones concretar su desarrollo y las líneas de financiación oportunas.
Fuente: P.Hidalgo para www.larioja.com
Una empresa logroñesa retira colmenas de viviendas y mobiliario urbano
Les atraen los huecos y se concentran por miles. Pero desde hace cerca de tres años lo tienen difícil para establecerse. Los profesionales de Campomiel retiran colmenas de los sitios más insospechados.
Como ejemplo, hace pocos días, el equipo de apicultores de esta empresa logroñesa ubicada en Varea retiraron en una vivienda de Assa (Álava) tres enjambres adultos que acogían a alrededor de 80.000 insectos cada uno. Se habían instalado junto al vano de una ventana, en la fachada del inmueble y en el interior de esta casa vacía. Bastó una llamada al 112, para que los servicios de emergencia avisaran a Campomiel y éstos se desplazaran al lugar a recoger la población de abejas.
«Nos trasladamos con nuestra unidad móvil, con todos los dispositivos necesarios para atraer a estos insectos», explica uno de los responsables de la empresa de apicultura, Álvaro Garrido. Una vez en la zona afectada, comienza el proceso. Durante el día, introducen las abejas en una colmena vacía repleta de huevos de otras para que atraiga a los insectos. Y hacia el atardecer, regresan para asustar a las abejas con humo, de forma que piensen que su vida corre peligro y sientan la necesidad de chupar el néctar que los responsables de Campomiel les facilitarán en una ‘colmena trampa’, donde quedarán recluidas.
Si bien este caso parece habitual, no lo resultan tanto otros mucho más curiosos con los que han tenido que lidiar en los últimos meses. En Lardero se toparon debajo de un tejado con una colmena que crecía en vertical y superaba el metro y medio de longitud. También han librado cubas de vino de enjambres y han calmado a los paseantes logroñeses que avistaron concentraciones en una silla de la terraza del hotel Carlton o en el semáforo junto a la Estatua del Labrador.
Tras la recogida, Campomiel traslada los enjambres al colmenar de la empresa, donde las abejas permanecen en cuarentena para verificar si están libres de enfermedades. Si superan «el proceso de selección», cosa que ocurre en el 80 por ciento de los casos, los enjambres integrarán el colmenar de esta sociedad que es la mayor productora apícola del norte de España de miel ecológica.
Fuente: P. Varea, Valencia, para Levante-EMV.com
Un efectivo fue atendido ayer en La Fedebido a una reacción por una picadura
La mayoría de los bomberos del cuerpo municipal de la ciudad deberán hacerse una prueba para conocer si son alérgicos o no a las abejas con el fin de saber si pueden formar parte de las intervenciones que realizan para retirar paneles de abejas en distintos lugares.
El concejal de Bomberos, Miquel Domínguez, así lo ordenó ayer nada más conocer lo que le ocurrió ayer a un miembro del cuerpo en la plaza de Santa Mónica cuando sufrió una reacción alérgica y tuvo que ser trasladado a la Fe para atenderle. El bombero participaba en la retirada de un panel junto a otro compañero especialista en apicultura cuando una abeja le picó y tuvo una reacción.
El jefe del cuerpo de Bomberos nada más recibir la petición del concejal habló con el médico de la unidad para conocer la posibilidad de efectuar la prueba a todos los efectivos. El bombero llevaba un traje adecuado y era un colaborador en la retirada del panel al efectivo especialista.
Fuente: www.alergomurcia.com
En España, cerca de un millón de personas son alérgicas al veneno de himenópteros (abejas y avispas) EL COMITÉ DE ALERGIA A HIMENÓPTEROS DE LA SEAIC PRESENTA LA WEB www.alergiaabejasyavispas.com
û Hasta 20 fallecimientos pueden ocurrir cada año en España por la reacción alérgica causada por la picadura de abejas y avispas.
û La vacunación antialérgica frente a picaduras de himenópteros es eficaz en el 95-97% de los casos. Madrid, 4 de marzo de 2008.
– El Comité de Alergia a Himenópteros de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha puesto en marcha la Web www.alergiaabejasyavispas.com. Esta página, creada por alergólogos especializados en las reacciones alérgicas causadas por la picadura de los himenópteros en colaboración con el laboratorio ALK-Abelló, está dirigida tanto a pacientes como a la población general. La doctora Arantza Vega, Coordinadora del Comité de Himenópteros y autora principal de la página explica que “nuestro principal objetivo con esta Web es ofrecer información divulgativa –diagnóstico, tratamiento, recomendaciones, etc- a cualquier persona interesada en esta patología alérgica, poco conocida entre la población general, para que se convierta en un lugar de consulta y encuentro sobre la alergia a abejas y avispas”.
La alergia a himenópteros en España
En España cerca de un millón de personas son alérgicas a la picadura de avispas y abejas. Andalucía, Galicia, Castilla y León y la Comunidad Valenciana son las comunidades autónomas que registran un mayor número de casos de alergia por esta causa. La mayoría de las picaduras se producen durante los meses de verano (junio-septiembre), ya que la actividad, tanto de avispas como de abejas aumenta.
Fuente: PLANNER Media para informativos.TELECINCO.com
Un hombre de orígen británico ha fallecido a los 70 años por una
picadura de abeja. El veneno penetró de manera inmediata
provocándole una parada cardiorrespiratoria.
El fallecido se encontraba jugando al golf en la localidad de Pilar de la
Horadada, Alicante. El hombre, de nacionalidad británica y de 70 años,
recibió la picadura en uno de sus ojos. La reacción fue inmediata, le
produjo ina parada cardiorrespiratoria.
Hasta el lugar del suceso se desplazó una ambulancia de Socorrismo y
Ambulancia de Horadada (SYA), y otra del SAMUR. Los facultativos
intentaron reanimarle, pero lo más que pudieron hacer fue certificar su
muerte.
IFJ
Fuente: CadenaGlobal.com.ar
Si bien las vacaciones son el mejor momento para distenderse y pasarla de maravillas, la pediculosis, hongos, infecciones y problemas respiratorios son algunas de las patologías que pueden arruinarlas. Conozca cuáles son sus riesgos y cómo prevenirlos.
Las piletas, los vestuarios y el cambio de costumbres alimenticias durante el verano, son algunos de los factores que influyen en la aparición de enfermedades que se incrementan en esta época.
Las colonias veraniegas son una buena opción para que los chicos realicen actividades y se mantengan divertidos y ocupados. Pero también son lugares donde fácilmente pueden contraer piojos, ya que el contagio aumenta en un 80% durante el verano.
Para evitar que esto suceda se recomienda que en el caso de las chicas lleven siempre el pelo atado y los chicos corto. Que no compartan peines ni cepillos y los laven bien luego de usarlos. Así mismo, es recomendable cambiar frecuentemente las fundas de las almohadas, y aspirar los sillones y los asientos del auto.
Las dermatomicosis hongos de la piel son más frecuentes en verano porque se reúnen las condiciones de aumento de temperatura y humedad que facilitan la proliferación de estos microorganismos.
El ser humano busca más el contacto con la naturaleza, y con determinados lugares públicos como piscinas, saunas, vestuarios, etcétera, que son espacios en donde es común encontrar hongos.
Debido a que el contagio puede ser de forma directa (de persona a persona) o indirecta (a través de objetos contaminados), es recomendable evitar compartir objetos personales como toallas, ojotas, maquinitas de afeitar, ropa interior,y demás. También hay que evitar la exposición prolongada a aguas calientes (porque reblandecen la piel y facilita la penetración del hongo); lavar diariamente las zonas de roce, como los pliegues, y los espacios interdigitales que son los más predispuestos; evitar andar descalzo en lugares públicos.
Las picaduras de insectos y las alergias son otro problema frecuente durante la época estival. Ya que las personas pasan más tiempo al aire libre es preciso tomar medidas precautorias, como el uso de insecticidas no tóxicos y de dispositivos del tipo ?enchufes?, para prevenir durante el día y la noche las picaduras de insectos, además de los productos tipificados como repelentes.
Las alergias más comunes son los prurigos, urticarias y el denominado ?shock alérgico?, causado por las temidas mordeduras de la avispa chaqueta amarilla.
Las infecciones intestinales son de las más frecuentes durante el verano, ya que los hábitos alimenticios cambian y la forma de manejarse es distinta a la que uno está acostumbrado.
Las mismas pueden deberse a alimentos contaminados, ya sean productos crudos o alimentos listos para consumir, o bien alimentos en mal estado que en verano son más usuales debido a las altas temperaturas y la falta de refrigeración.
Una alimentación ligera, rica en frutas y verduras resulta favorable ante las infecciones de este tipo.
Para prevenirlas es recomendable al momento de hacer las compras en caso de no tener luz eléctrica, heladera u otro medio de conservación-comprar solamente aquello que va a consumirse en el día; dejar para el final la compra de los productos congelados y los perecederos (como lácteos y carnes); no cortar la cadena de frío, el tiempo que transcurre desde la compra de alimentos hasta que se los coloca en la heladera debe ser el mínimo posible y nunca superar las dos horas; no consumir leche ni productos lácteos sin pasteurizar; guardar las comidas listas para consumir separadas de la carne cruda
Así también es importante lavarse las manos con agua y jabón antes de comer o manipular los alimentos y después de ir al baño.
Fuente: rings akira en akira.bitacoras.com
Sabiáis que en japón hay avispas gigantes cuya picadura mata a los humanos si no nos dan la cura adecuada?
Se trata de la Vespa mandarinia japonica, la cual es 10 veces más grande que una abeja común, teniendo el título de avispa más grande del mundo.
Esta avispa tiene un método “curioso” para alimentarse. Cuándo son crías se alimentan únicamente de las entrañas de otras abejas más pequeñas. Para ello, las AVISPAS adultas asaltan las colmenas de las abejas, destrozándolas por dentro en busca de crías. 30 AVISPAS pueden matar a 30000 abejas en 3 horas.
Más tarde, “abrazan” a las abejas o los cadáveres de éstas para hacer que sus entrañas salgan al exterior.Es algo así como un “abrazo del oso”, pero a lo bestia, de tal forma que sus tripas salen. La avispa hace una bola con estas entrañas y se las lleva a casa, donde alimentará a sus crías en estado larval.
Como se alimentan las AVISPAS adultas pues? Aun más raro. Las AVISPAS cría producen una “saliva” al ser alimentadas, y esta saliva es de lo único que se alimenta la adulta.
La defensa de las abejas JAPONESAS
En japón se suelen importar abejas europeas porque las nuestras producen mucha más miel. Sin embargo, nuestras abejas estan indefensas ante tal avispa gigante.
No es así el caso de las abejas JAPONESAS. Hasta las abejas de ese país son “tecnológicas”, puesto que disponen de un sistema para impedir el ataque de las AVISPAS.
Cuando las vespas atacan una colmena, es porque primero una exploradora la ha descubierto y suelta unas feromonas para aviasar a sus compañeras del lugar de un nuevo objetivo. No obstante, las abejas JAPONESAS detectan su presencia, y se avalanzan todas en massa contra ella, dejando a la vespa así atrapada. A continuación, todas las abejas empiezan a vibrar haciendo aumentar la temperatura de manera espectacular, llegando a alcanzar los 47ºC !
Evidentemente la avispa gigante se fríe y como ha muerto, no puede dar el chivatazo al resto; las abejas han salvado su colmena.
En este link hay un vídeo para verlo: las abejas microondas
Os recomiendo ver el reportaje “Hornet from Hell” (AVISPAS del Infierno) de National Geographic que es donde ví todo esto pero en vídeo.
Fuente: http://medininca.blogspot.com/2008/07/la-vacuna-alergnica-frente-las.html
Los expertos en Alergología indican que médicos y pacientes desconocen que existe un tratamiento eficaz frente a la alergia a veneno de himenópteros.
Se trata de la vacuna alergénica, que resulta eficaz en el 95-97 por ciento de los casos. “Gran parte de las personas que sufren una reacción alérgica tras la picadura de un himenóptero no son diagnosticadas al no ser enviadas al especialista de alergia y, por ello, no reciben un correcto tratamiento para su enfermedad, con el riesgo que implica para su vida esta situación”, ha explicado Arantza Vega, coordinadora del Comité de Himenópteros de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
Esta especialista ha señalado que aunque no se puede predecir quien sufrirá una reacción alérgica tras ser picado por una abeja o avispa, “sí sabemos que las personas que ya han presentado una, en el 60 por ciento de los casos sufrirá una nueva reacción igual, o más grave que la anterior, si son picados de nuevo”. La mayoría de los pacientes que sufren una reacción alérgica por la picadura de estos insectos son atendidos en los servicios de Urgencias o en Atención Primaria. “El paciente desconoce que existe un tratamiento para curar su alergia y evitar que su vida peligre en caso de una nueva picadura”, ha asegurado.
La SEAIC recomienda a las personas que han tenido una reacción alérgica tras una picadura de himenóptero que acudan a un alergólogo para que éste les realice las pruebas pertinentes y, en los casos que esté indicado, se les trate con la vacuna específica para el veneno causante de su alergia.
Se estima que en España existe más de un millón de personas alérgicas al veneno de los himenópteros. Andalucía, Galicia, Castilla y León y Valencia son las comunidades autónomas que registran un mayor número de casos de alergia por esta causa. Las reacciones alérgicas más comunes son enrojecimiento, dolor, picor e inflamación en el punto de picadura y zonas adyacentes, afectando en algunas ocasiones un área muy extensa. Se estima que en torno a un 3 por ciento aparecen reacciones generalizadas (hipotensión, broncoespasmo y pérdida de conciencia) que son las realmente graves, ya que pueden poner en peligro la vida de la persona. La tasa de mortalidad anual se sitúa en un 04 por ciento por millón de habitantes, “es decir, que en España pueden morir entre 15 y 20 personas al año por la picadura de un himenóptero”, calcula la experta.
Los expertos señalan que la mayoría de las picaduras se producen durante los meses de verano, ya que la actividad tanto de avispas como de abejas aumenta con el calor. De igual manera, la exposición de la población es mayor por el aumento de actividades al aire libre, siendo los apicultores y los agricultores los que corren mayor riesgo de picaduras.
La inmunoterapia o vacuna alergénica es el único tratamiento curativo eficaz para las personas que han sufrido reacciones graves. Ésta consiste en la administración del veneno del himenóptero que le haya producido la reacción alérgica. Las dosis de veneno administradas son progresivamente crecientes, hasta llegar a una dosis de mantenimiento que es la que se repite periódicamente durante un plazo de cinco años. Según ha indicado la doctora Vega, “la inmunoterapia es el único tratamiento que combate la causa, produciendo una curación en el 95-98 por ciento de los pacientes. Pocas enfermedades alérgicas poseen un porcentaje tan alto de curación como la producida por el veneno de himenópteros. Habitualmente se indica en alérgicos con reacciones graves y pruebas positivas, independientemente del tiempo transcurrido desde la última reacción”.
El Comité de Alergia a Himenópteros de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha puesto en marcha la web www.alergiaabejasyavispas.com. Esta página, creada por alergólogos especializados en las reacciones alérgicas causadas por la picadura de los himenópteros, está dirigida tanto a pacientes como a la población general.
Esta especialista ha explicado que “el objetivo de esta web es ofrecer información divulgativa –diagnóstico, tratamiento, recomendaciones, etc- a cualquier persona interesada en esta patología alérgica, poco conocida entre la población general, para que se convierta en un lugar de consulta y encuentro sobre la alergia a abejas y avispas”
– Fuente: http://www.lasprovincias.es/valencia
Una picadura casi cuesta la vida a un miembro del cuerpo de Valencia y obliga a hacer pruebas de alergia al veneno de los himenópteros a todos sus trabajadores.
Un bombero de Valencia estuvo cerca de la muerte el año pasado. No fue fuego, ni humo, ni una caída lo que le colocó a un paso de fallecer. El motivo fue un shock anafiláctico tras la picadura de una abeja, una reacción alérgica imprevista que ha puesto en alerta al servicio de emergencia.
Con más de 20 años al servicio de los bomberos, Isidro Álvarez, no podía imaginar que un aguijón iba a llevarle a las puertas de la muerte. “Vivo gracias a mis compañeros y a la rapidez con la que actuaron”, confiesa mientras recuerda lo ocurrido el 26 de mayo del año pasado.
El peligroso picotazo lo recibió durante unas prácticas en una emergencia real. El enemigo era un enjambre de cuatro metros cuadrados en una casa deshabitada de la plaza Santa Mónica de Valencia.
No era la primera vez que se las veía con abejas, como bombero y como agricultor. “Creía que no era alérgico, porque me han picado otras veces y no había pasado nada, pero el rechazo puede aparecer en cualquier momento”, explicó.
Eso fue precisamente lo que ocurrió. “Desmontamos los panales y, de repente, una abeja me picó en un codo. Al principio, no le di importancia pero comencé a notarme mareado”, relató Álvarez. “Sentía como si me hubiera picado el enjambre entero. Me tumbé y perdí el conocimiento”. Acababa de sufrir un shock anafiláctico, una reacción adversa extrema al veneno de abeja.
Sus propios colegas lo trasladaron de inmediato a un hospital. Cuando llegó estaba casi en parada cardiorrespiratoria. Otro aguijón, el de una jeringuilla con adrenalina, se clavó tres veces en su corazón. Sólo el último pinchazo logró retornarle a la vida. Pasó dos días en la UCI y un mes de baja. “Nunca antes había estado tan cerca de la muerte”, confesó.
Tras el susto, el cuerpo de bomberos, puntero en España en retirada de enjambres y nidos de abejas, quiere curarse en salud. Casi todos sus efectivos se están sometiendo a pruebas para detectar a aquellos susceptibles de desarrollar alergia a las picaduras. De los 387 bomberos que han pasado un test inicial, 77 podrían generar una reacción adversa a las picaduras de himenópteros. Ahora están pendientes de análisis de sangre y pruebas cutáneas con veneno real para confirmar si dan positivo y, por tanto, integran el grupo de riesgo ante los temidos aguijones.
El estudio, primero que se realiza en Europa en prevención laboral contra picaduras, está impulsado por la Universidad Miguel Hernández, el investigador y médico de trabajo Rubén Cabrera y el médico jefe de los bomberos, José Manuel Álvarez. “Se trata de intentar prevenir lo imprevisible porque una alergia de este tipo se puede generar en cualquier momento”, resume Álvarez.
Como medida de precaución, a aquellos bomberos que están entre los 77 con riesgo de alergia se les ha apartado de los servicios con abejas. “Además, se les ha recetado medicación de urgencia para reaccionar a tiempo ante posibles picaduras”, explicó el jefe médico de los bomberos.
Casi 12 víctimas al año
Según Cabrera, “entre 10 y 12 personas mueren cada año en España por picadura de abeja y en Suramérica ya falleció un bombero el año pasado por este motivo”. La importancia de esta herramienta de prevención radica en que los bomberos de Valencia han llegado a realizar hasta 300 de estos servicios, diarios en mayo debido al proceso de floración que atrae a abejas y avispas.
“Valencia es la ciudad de las flores y las abejas”, aseguró el suboficial Robert Álvarez, experto en estos peculiares servicios. “Posiblemente sea el lugar de España donde más emergencias de este tipo atienden los bomberos”, agregó. Según este mando, en la retirada de nidos de abeja “cada bombero sufre unas cuatro picaduras, aunque hay quien ha acabado con nueve”. Los monos de apicultor superpuestos al traje de bombero “dan mucho calor y protegen bastante, pero no son una garantía total”. “Como atacamos su nido, las abejas se defienden con enorme agresividad. Se cuelan por todas partes, por las cremalleras, los guantes… Los aguijones llegan a atravesar el mono”, detalló.
De los dos tipos de emergencias con abejas que realizan los bomberos de Valencia, la recogida de enjambres es la menos peligrosa. La verdadera dificultad llega con la extracción de nidos, que puede durar horas e incluso días. En opinión del suboficial, “a veces son servicios más costosos y complicados que algunos incendios. Sin duda, son las emergencias en las que acabamos más lesionados”.
Fuente: V. López Del Tell (Elche) para http://www.diarioinformacion.com
El suboficial del Parque de Elche diseña un plan que se aplica en toda la provincia basado en la formación para atajar colmenas y enjambres.
Los Bomberos han normalizado sus actuaciones para hacer frente a los riesgos de las abejas mediante un protocolo que están aplicando los parques de toda la provincia. El suboficial jefe del área operativa del Baix Vinalopó, José Soler Bonet, ha sido el encargado de diseñar un plan que ha fijado las pautas de actuación y el material necesario para neutralizar las colmenas silvestres y los enjambres cuando pueden ser peligrosos para las personas.
Los Bomberos han tenido que adaptarse a los nuevos tiempos para poder ofrecer el servicio de recogida de enjambres y colmenas de una forma racional y compatible con la sostenibilidad. “La crisis de la miel provocó que, en una zona como la nuestra donde prima el turismo, las urbanizaciones e infraestructuras, descendiera mucho el número de apicultores”, explica el suboficial. En los años 80 y 90 los Bomberos disponían de una lista de apicultores muy extensa a la que recurrían cuando un ciudadano daba aviso de una situación peligrosa a causa de las abejas. “El número de profesionales se redujo tanto, y los pocos que había no podían acudir principalmente por sus quehaceres profesionales, que tuvimos que ponernos al día, porque los problemas de este tipo siempre acababan en nuestra centralita”, asegura José Soler.
Necesidad
La demanda de los ciudadanos encontró respuesta en este bombero aficionado a la apicultura. “Aprendimos de los profesionales y de los libros. Teniendo en cuenta que la abeja es una especie protegida no podíamos llegar y destruir las colmenas sin más, así que nos preparamos hasta normalizar el servicio”, expone Soler. Él es el encargado de ofrecer una acción formativa entre los bomberos de toda la provincia para que estén preparados para actuar en caso de urgencia. “Lo primero que hacemos siempre es avisar a los apicultores que nos han facilitado sus contactos, porque no se trata de quitarle a nadie el trabajo. De hecho, seguimos animando a que los interesados nos llamen para tener sus teléfonos en la base de datos”, afirma el suboficial, quien recuerda al ciudadano que “este tipo de servicios generan unas tasas, por lo que al final es mejor que los realice un profesional”.
Otro punto que el responsable del servicio quiere dejar claro a los ciudadanos es que “la neutralización sólo la realizamos cuando hay un enjambre o una colmena de abejas, por ser una especie protegida. Para tratar los problemas generados por avispas u otros insectos no protegidos, existen empresas de desinsectación que se encargan de ello”, apunta el responsable del Parque de Bomberos de Elche-Baix Vinalopó. En la comarca se atienden cada año más de 80 casos de abejas, “destacando lógicamente los meses de primavera”. Hay que tener en cuenta que las abejas, cuando la colmena se hace muy grande o una reina es expulsada y se lleva consigo a parte de la colonia, se marchan a otro sitio buscando el lugar más idóneo para su asentamiento. “Pueden estar hasta tres días en forma de enjambre, que es cuando vemos como una pelota de abejas que lo que hacen es proteger a su reina y llevarla a un lugar tranquilo y donde haya alimento”, explica el responsable de la unidad, quien recalca que “para hacer ese transporte eligen los meses de mejor climatología”.
Cuando los Bomberos reciben una llamada de alerta, primero valoran si es un enjambre (multitud de abejas con su maestra, que juntas salen de una colmena para formar otra colonia) o de una colmena silvestre (recipiente construido para habitáculo de las abejas). El enjambre es menos peligroso que la colmena. “En él las abejas no están en su casa y, por tanto, no tienen el sentido de proteger su territorio. Están de paso y, por ello, se pueden encontrar enjambres en lugares tan extraños como un semáforo, árboles de parques, bancos o un espejo de coche”, afirma Soler. En un reciente parte de novedades de la Policía Local de Elche se cita textualmente: “Detección de un panal de abejas en la parte posterior de una motocicleta, cuyo conductor se percató de ello cuando se encontraba en marcha, deteniéndose de inmediato, dando aviso a los Bomberos”.
Peligrosidad
Este tipo de casos, que parecen más propios del cine que de la realidad, “se dan porque las abejas, cuando están cansadas y cae la noche, se resguardan para con el alba volver a buscar el lugar para su asentamiento definitivo”. En estos casos “el peligro es menor también porque esas abejas se han alimentado más de lo normal para soportar dos o tres días de viaje y llevan el buche lleno, lo que les impide hacer el movimiento para picar. Además, guardan sus fuerzas para buscar su sitio. Los enjambres no atacan si tú no los atacas”, asegura Soler.
El caso de la colmena silvestre (distinta a la racional que utilizan los apicultores para producir jalea, miel y cera) es más complejo. “Fue famoso el caso de la basílica de Santa María. Allí se formó una colmena inmensa bajo unas tablas de madera”, cuenta el bombero, quien apunta que “las abejas buscan lugares tranquilos, donde pase muy poca gente”. Otro caso que Soler recuerda se dio en un chalé de Matola. “Las casas de campo que son ocupadas sólo en verano suelen ser sitios frecuentados por las abejas, que forman sus colonias principalmente en chimeneas, grietas, hasta en un “colombaire” encontramos hace semanas una colmena”, afirma José Soler.
La forma de actuar de los Bomberos se ha profesionalizado. Además del vestuario de protección adecuado, utilizan enseres propios de la apicultura para introducir en cajas a las abejas, “que después soltamos en lugares apartados, en plena naturaleza”. Además, usan ahumadores para adormilar al insecto y feromonas para atraer su atención hacia el recipiente. Cuando la colmena ya se ha trasladado, rocían su antigua colmena con gasoil o vinagre para evitar su regreso. “En poco más de media hora podemos retirar la colmena en casos normales. En la basílica de Santa María necesitamos mucho más tiempo porque allí se recogieron el triple de abejas de lo normal”.
Fuente: Juan Casado para http://www.elmundo.es/elmundosalud
Las picaduras de insectos son frecuentes, especialmente durante los meses de primavera y verano. Aunque la mayoría de estas picaduras sólo producen una pequeña lesión local de poca importancia, a veces dan lugar a problemas graves en niños alérgicos a los venenos de los insectos.
Algunos insectos son comunes a todas las zonas: abejas, avispas, abejorros, mosquitos, pulgas, chinches, hormigas y garrapatas. Las arañas no pican, muerden.
Afortunadamente, la mayoría de estas picaduras producen sólo problemas locales leves, consistentes en hinchazón, dolor, enrojecimiento y picor en el lugar de la picadura.
Algunas personas, muy pocas, son muy alérgicas a las picaduras de algunos insectos, especialmente avispa y abeja. Estos niños tienen una reacción grave inmediatamente después de la picadura que consiste en dificultad para hablar y respirar, hinchazón de los labios y la cara, debilidad, mareo y algunas veces urticaria, que se reconoce por la aparición de manchas rojas, ronchas o habones en la piel, que pican mucho. Este cuadro se llama anafilaxia y es tan grave que puede matar al niño. Por ello tienes que reconocerlo inmediatamente para trasladarlo rápidamente a un centro sanitario.
Algunos padres saben que su hijo es alérgico pero otros no, lo averiguan cuando al niño le ha picado el insecto.
En primer lugar, debe mirar si el aguijón permanece en la piel. En este caso hay que quitarlo sin romperlo, con una pinza o con una aguja estéril, moviendo el aguijón hacia los lados. Después la herida se lava, y si es posible, se aplica un antiséptico para evitar la infección. Para el dolor se aplica hielo cubierto con un paño limpio o bien compresas o paños fríos, tanto para las picaduras de avispas, como para las de abejas, araña u otros insectos. El dolor se puede aliviar también poniendo sobre la picadura una mezcla casera hecha al 50 por ciento con agua y amoníaco o una loción en forma de espray, pomada o barritas comercializadas para estos casos, que contienen amoníaco, analgésicos locales o corticoides, que pueden adquirirse en la farmacia.
La garrapata tiene que ser retirada de la piel, cogiéndola con unas pinzas o con las uñas protegidas con un pañuelo de papel. La garrapata, que debe ser atrapada lo más cerca de la piel, se moverá hacia un lado y hacia el otro, lentamente, sin brusquedad, hasta que se desprenda. Cuando se tira hacia fuera bruscamente, la garrapata se rompe, quedando la cabeza adherida a la piel. No aplaste ni tire la garrapata al suelo, ponla en el inodoro y deja que el agua la arrastre. Después lávese las manos con agua y jabón y aplique compresas o paños fríos sobre la picadura, esto hará disminuir el dolor y la inflamación. Algunas veces, las picaduras se infectan, en la mayoría de los casos por el rascado del propio niño. En estas situaciones, la inflamación y el enrojecimiento persisten más de 24 horas.
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